Cultivos
El potencial de la agricultura en Europa es considerable : los residuos de la ganadería, los subproductos agrícolas (paja de cereales, tallos de maíz, sarmientos de viña ...), pero sobre todo los cultivos dedicados al desarrollo duradero, son ejemplos de biomasa agrícola de los que se puede disponer. Se están operando cambios en la gestión de este sector para favorecer cultivos dichos de rotación corta (con crecimiento rápido) y plantas que proporcionan un buen rendimiento energético.
La valorización energética de los cultivos puede concernir :
- la planta entera (cultivos dedicados)
- las partes cosechadas (granos, tubérculos),
- los residuos de cultivos como coproductos de cultivos con vocación alimenticia.
Además, los montes bajos (plantación forestal compuesta de árboles procedentes de rechazos de tocón) de rotación corta constituyen una vía intermediaria entre agricultura y silvicultura : son cultivos arborícolas de productividad rápida (sauce, álamo) conducidos como cultivos energéticos perennes (cultivos sobre una misma parcela durante cinco años por lo menos) que permiten cortes frecuentes (cada tres años más o menos) y que tienen una duración de vida de veinte a treinta años.
Es importante mejorar el rendimiento y la cualidad de la selección para mejor asegurar la valorización de la biomasa que, en fin de ciclo, vuelve en forma de residuos (madera, papeles, cartones ...).
Así, los agricultores y los guardas forestales se volverían los productores de energía del futuro.
Esta categoría reúne la fracción fermentescible de los desperdicios domésticos, urbanos e industriales, así que las deyecciones animales.
Podemos citar los residuos verdes de los particulares y las colectividades que se elevan de 50 a 250 kg al año y por habitante en Europa.